sábado, 29 de diciembre de 2012

(L)

Os transcribo una entrada que le ví a un amigo y que me encantó:
Lo estuvimos celebrando toda la noche. Bueno, para ser más exactos, lo estuvieron, pues no podía quitarme su ausencia de la cabeza. A mi alrededor todos bebían, brindaban, reían... Algunos de mis compañeros se me acercaban con intención de animarme, pero yo sabía que todo intento era en vano, aún así, intentaba poner mi mejor cara esperando que se fueran y me dejaran en la soledad de mis pensamientos. 
Los envidiaba, hasta que de repente llegó ella. En ese momento, hasta el más feliz de mis compañeros me envidió a mi.  

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