Abriste mi corazón como una
pequeña caja de música. Conseguiste entrar en él. Y ahora, sin pensarlo, vuelvo
a estar secuestrada… sepultada bajo este conjunto de sentimientos tan poderosos
que hacen que dejes de ser tú misma… Esta oleada de sentimientos que te derriba
y te descoloca todos los esquemas que tengas o que te habías empezado a montar…
Te vuelves vulnerable, subida de nuevo a una montaña rusa donde TODO, lo bueno
y lo malo, es súper intenso y te domina… sin que lo puedas controlar, sin que
puedas hacer nada…
Posiblemente el AMOR sea la
fuerza más poderosa del planeta. Porque es la única fuerza que no podemos
dominar por mucho que queramos, y que es capaz de llegar a cada milímetro de tu
cuerpo y recorrer todos los rincones de tu mente… Cuando el amor invade tu vida, lo hace por
completo, y no se puede escapar a él… Todo cobra otra dimensión y otros
colores… completamente diferentes…
Tú tomaste mi corazón, lleno de
heridas, y lo hiciste tuyo comenzando a curarlo… pero a veces aún duelen las
cicatrices… heridas abiertas que no terminan de cerrar… que se resisten a
marcharse de tu cuerpo y de tu mente…
Heridas que deseo con toda mi
alma que sanen de una vez. Volver a sentir al completo mi corazón y dejar de
depender de tiritas y esparadrapos… porque ya va siendo hora de continuar mi
historia con nuevos personajes… de cambiar de página, ¡y de tomo si hace falta!
Ya va siendo hora de ser feliz, me lo merezco.
“Sé que sólo puedo ofrecerte un
corazón herido, pero es todo lo que puedo darte… Tómalo. Si consigues sanarlo
por completo, será tuyo para siempre.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario