Un día te das cuenta de que personas que creías conocer te
han sorprendido, se comportan de manera distinta, que algo ha cambiado. Ese
día, además, te empiezas a dar cuenta de las falsas expectativas creadas, de
las ilusiones, del cariño…y te das cuenta de que todo eso ahora pierde sentido.
Y entonces, aparece en tu cabeza esa vocecita de “Te lo dije”…
Comienzas a plantearte cuál fue el error. Si no supiste
entenderlas, si no supiste mostrarte…o quizás si te mostraste demasiado…muestras
tus debilidades a las personas, lo das todo de ti, sin pensar que tal vez, esa
persona, más tarde lo utilice en tu contra; o quizás no en tu contra, pero sí
para su provecho… Porque al fin y al cabo, la vida te demuestra una y otra vez
que en la humanidad ya no hay bondad, ni buena fe, ni transparencia…eso se
extinguió hace mucho… Ahora cada persona piensa tan sólo en sus propios
intereses. Olvidan los sentimientos, prefieren mirar hacia otro lado. Personas
que se convierten en individuos cada vez más insensibilizados que no dudarán en
pisotearte si consiguen algo a cambio. No van a dudar en traicionarte, o en mentirte,
porque eso ya no importa, sólo importa el fin, conseguir lo que desean, no los
medios.
Entonces es cuando piensas, ¿y qué se supone que debo hacer
en este mundo cada vez más cruel? ¿Debo convertirme en otro individuo
insensible? ¿En otra de las muchas personas falsas que hoy en día copan el
mundo? ¿Cómo pueden vivir así? ¿En serio no les duele? ¿No les afecta? ¿Nada? …
Me cuesta creer que realmente sea tan fácil mirar hacia otro lado; pisotear,
mentir y traicionar sin más, sólo por conseguir tu fin. Me cuesta creer que
realmente sus conciencias no les adviertan, que no queden atisbos de bondad en
alguna parte de su insensible corazón… O quizás, es que soy yo la rara. Quizás,
soy yo la que no entiende esta sociedad, la que nunca la ha entendido, la que
siempre se ha negado a participar en ese juego… Quizás por eso, hay tantos
momentos en que te sientes extraña, o apartada, porque tú no quisiste jugar, y
los demás se limitan a mirarte raro, extrañados…pero muy pocas veces se
preguntarán el por qué, muy pocas veces se molestarán en conocerte. Quizás, es
cierto que el camino más fácil es hablar sin conocer, y no dejar que nada te
afecte, como una barrera para que nada ni nadie pueda hacerte daño…
A lo mejor yo siempre me empeño en ir por el camino difícil
de la vida… o simplemente, no soy como ellos, no me divierte hacer daño, no me
divierte pisotear, no me divierte crear falsas expectativas, no me divierte engañar…
Quizás, simplemente, me niego a ponerme un caparazón y dejar de ser YO; porque,
en el fondo, si nadie lo hiciese, si nadie tuviese miedo, nadie necesitaría
dejar de ser ellos mismos… Nadie necesitaría CAMBIAR.
Dios -.- Los pelos de punta... opino exáctamente igual que tú. Así que seremos raras... Soy exactamente igual... será que me gusta lo dificil, pero no pienso cambiar. Me encanta en serio *_*
ResponderEliminarPues mira, ya somos dos "raras" que nos gusta complicarnos la vida... ;)
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