Hay cosas que aunque
sepas que van a ocurrir desde hace tiempo, cuando ocurren, duelen igual o
incluso más que si hubiesen ocurrido de sorpresa, sin esperarlo.
Son cosas que ves
venir, que te imaginas poco a poco que van a pasar… pero que aún así no puedes
evitar que ocurran, por mucho que quieras… Y que, cuando suceden, cuando al fin
tienes la certeza completa de que tenías razón, y los hechos se terminan demostrando
solos… caen sobre ti como el peso de una pared que se desploma, como un
terremoto que te derrumba, un tsunami que te va engullendo poco a poco…
Te recriminas a ti misma
que tú ya lo sabías, que eres idiota por no creer que fuese a ocurrir… y
entonces entras en un torbellino de rabia, desilusión y pena… porque en el
fondo sabes que no podías hacer nada, no se puede evitar… Ese sentimiento que
te invade… mitad pena, mitad rabia e impotencia, que te consume por dentro por
tener que quedarte de brazos cruzados viendo cómo sucede lo que ya veías venir
y que no querías que pasara… ¿De qué sirve preveer las cosas si no puedes
cambiarlas? ¿Qué se gana con eso?
Algunos ven como un don
la capacidad de preveer el futuro y saber qué es lo que va a ocurrir… Yo pienso
todo lo contrario… Injusta condena que te obliga a saber qué pasará sin que
puedas evitarlo… jamás podrás cambiar ese destino, sólo verlo, ese es tu
cometido… Un cometido absurdo que te empuja a una nube de rabia y miedos, que
te lleva a ser desconfiada siempre o a cabrearte contigo misma antes que con el
o los culpables…
Yo lo veo más como una
maldición, una dosis de mala suerte que te permite saber lo que ocurrirá sin
que puedas cambiarlo. Un sentimiento de impotencia que te persigue a lo largo
de toda tu vida…
¿Un don? No lo creo.
Cuando realmente puedas cambiar las cosas, cuando realmente tengas la
oportunidad de manejar tú mismo las cartas de tu destino... entonces, en ese
momento, se convertirá en un don… Tan sólo en ese momento comenzaremos a ser
libres de verdad, para poder escribir por nosotros mismos las páginas de
nuestra historia… **
No hay comentarios:
Publicar un comentario