jueves, 7 de junio de 2012

Cobardía


Un día tras otro van sucediendo cosas…se suceden al igual que se siguen sucediendo los recuerdos en mi cabeza, uno tras otro, sin pausa, como una pequeña tortura, como esas películas que no te gusta ver porque te provocan malos sentimientos pero que aun así te empeñas porque no quieres perdértelo… Intentar olvidarlos, intentar borrarlos y a la vez sentir que si los olvidas perderás una parte de tu alma…como si te desgarrasen por dentro… Porque están pegados a ti…forman parte de tu piel, de tu cabeza…son parte del tejido de tu corazón… Porque con ellos pudo latir fuerte y cicatrizar de otras heridas… Y ahora late agonizante… en busca de esa energía que le daba fuerzas y ahora ya no está… Se fue. Desapareció de repente como si nada… Dejando tan sólo los recuerdos…dejando tan sólo las marcas de esos cables que lo alimentaban pero que ahora ya no tienen corriente… No fue una desaparición sin rastro… Esta desaparición dejó todas las huellas habidas y por haber…

Hoy, me doy cuenta de que soy una cobarde… de que me da miedo aceptar que esa historia quizás jamás se siga escribiendo, de que ése fue el capítulo final aunque no me guste… No siempre los lectores están de acuerdo con el autor de la historia… Esta vez quizá el final estaba decidido así… y aunque lo veamos injusto no podemos cambiarlo… Pero reconozco que me falta valor… Me falta valor para levantarme sabiendo que tengo que tirar esos recuerdos a la basura… Que tengo que hacerlo aunque me desgarre el corazón mientras lo despego de mis tejidos… Y que tengo que mirar hacia delante, y abrirle las puertas al tiempo para comenzar la sanación… Pero no tengo valor, no puedo… Todas las mañanas me levanto y procuro sacarlo de mi cabeza… y de repente me sorprendo a mi misma pensando en las cosas que te gustaban, en tu forma de mirar, en tu sonrisa… y sin querer me doy cuenta de que se me dibuja una sonrisa en mi cara… una sonrisa amarga de los recuerdos más felices de mi vida… Recuerdos que jamás volverán… Me sorprendo mirando tu rosa… la misma que he intentado esconder pero que no tengo narices para tirarla… La he tenido en la mano millones de veces… pero sigue ahí, sin más, hasta el día en que me atreva…hasta el día en que sea capaz de cerrar el capítulo… nuestra historia…nuestro cuento…

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