Una vez más vives uno
de esos días en los que todo te sale al revés y dices: “¿para qué me he
levantado?”
Uno de esos días en que no te apetece nada… o en los que te apetece
salir y gritarle cuatro cosas bien dichas a esas personas que se toman el lujo
de estrujar tus sentimientos y de utilizar tus buenas intenciones para
convertirlas en su diversión o en algo que les convenga… Salir y desahogarte,
hasta reventar…pero con eso tampoco solucionarías nada… y en ocasiones solo
suele servir para hacer las cosas aún más complicadas…
En esos días, miras a
tu lado y en realidad tampoco ves nada bonito… Te das cuenta de que por mucho que
intentemos maquillar el mundo en el que vivimos, debajo de toda base de
maquillaje, siguen existiendo los defectos, los problemas, aquellos que no se
van por mucho que intentes taparlos… Te das cuenta de que, al final, la
sociedad sigue siendo igual de falsa, ruin e inhumana. Llena de seres a los q
les da igual gritarte, pisotearte o traicionarte sin razón tan sólo porque, tal
vez, consigan algo a cambio… Seres que sólo piensan en ellos mismos, que
perdieron su corazón porque es más fácil no sentir…
Hay veces que la vida
no es bonita por mucho que la intentes dibujar de diversos colores… Hay veces,
que se empeña en volverse gris y en arrastrar todo lo bueno a esa monotonía de
cosas sin sentido y de sufrimiento y conveniencia sin más…
Puedo sonar muy
pesimista…pero tal vez, si te paras a pensarlo un solo minuto y comienzas a
analizar lo que sucede a tu alrededor te das cuenta de en lo que nos hemos
convertido…sí, digo hemos, en plural…porque al final te terminas dejando
arrastrar por esa corriente…porque terminas pensando que, puestos a sufrir, ¿por
qué iba a elegir el camino más difícil…?
Y en ese instante, en
ese preciso momento aparece un color, un pequeñísimo atisbo que apenas logras
ver, y piensas “¿lo habré imaginado?”
Y lo siguiente que
piensas es: “bueno, ¿por qué no?” Quizás, algún día, en algún momento, no se
sabe cuándo, elegir el camino difícil tenga su recompensa… y quizás, con unos
cuantos que viésemos ese color, conseguiríamos q el mundo fuese un poco menos
gris…sobre todo, en esos días en que lo negro parece invadirlo todo… Quizás,
sólo quizás, merezca la pena intentarlo y seguir caminando por ese camino
difícil de sentimientos, reacia a ese mundo sin escrúpulos que no tiene corazón…
¡Qué se le va a hacer!
Al fin y al cabo, por lo visto sigo siendo una de las pocas PERSONAS… por muy
difícil que resulte a veces serlo…J